Ablación por radiofrecuencia
Ablación por radiofrecuencia
La ablación por radiofrecuencia es un procedimiento no quirúrgico mínimamente invasivo que utiliza el calor generado por una corriente alterna de frecuencia media para cauterizar los nódulos y quistes tiroideos. Reducirá los nódulos sin comprometer la función tiroidea, lo cual es una clara ventaja sobre el tratamiento quirúrgico más tradicional.
Realizada bajo anestesia local, la ablación por radiofrecuencia es un procedimiento relativamente indoloro que se realiza en nuestra oficina. Usamos un ultrasonido guiado para insertar una sonda térmica en el nódulo tiroideo. Mediante el calentamiento selectivo de la punta de la sonda, se destruye el nódulo. Luego, el cuerpo descompone el tejido cauterizado.
La ARF es muy eficaz y, según el tipo de nódulo, después de un año, los pacientes pueden esperar que los nódulos se reduzcan en un promedio del 80%.
Beneficios de ARF
Además de ser un procedimiento menos invasivo, la ARF tiene muchas otras ventajas:
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preservación de la función tiroidea
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menos complicaciones que la cirugía
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tiempo de recuperación más corto que la cirugía con un retorno más rápido a las actividades normales
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todo el procedimiento dura entre 15 minutos y una hora
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SIN anestesia general
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SIN cicatrices
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riesgo mínimo de daño permanente al nervio de las cuerdas vocales
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SIN riesgo para las glándulas paratiroides
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NO es necesario tomar medicamentos para la tiroides de por vida.
Cómo funciona ARF
Los electrodos refrigerados internamente con diferentes longitudes de punta activa están conectados a un generador que crea un circuito eléctrico. Aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos, estas herramientas están diseñadas específicamente para una ablación por radiofrecuencia de la tiroides.
La sonda se inserta en los nódulos tiroideos y el generador crea una onda de alta frecuencia que envía directamente a la punta de la aguja, que a su vez calienta unos milímetros del tejido del nódulo y lo trata punto por punto.
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Una corriente eléctrica alterna crea calor por fricción alrededor del electrodo para dañar inmediatamente el tejido del nódulo en cantidades significativas en áreas muy cercanas al electrodo. El tejido del nódulo más alejado del electrodo se calienta lentamente. Cuando las temperaturas alcanzan los 46 ° C, se produce un daño celular irreversible en el nódulo y cuando las temperaturas aumentan a 60-100 ° C, el tejido del nódulo se coagula inmediatamente.
Una ocurrencia normal durante el procedimiento es escuchar los sonidos de las palomitas de maíz al estallar, lo que significa que el generador y la bomba de agua están haciendo su trabajo.